La reglamentación de la ley prevé graves sanciones como la retención de la licencia de conducir y del vehículo, inhabilitación para el conductor, que según la graduación alcohólica puede variar de 1 a 12 meses, así como sanciones pecuniarias que van desde los 300 hasta 3000 UF, una unidad que equivale a un litro de nafta premium de mayor octanaje. 

En San Luis se encuentra vigente la Ley de Alcohol Cero, mediante la Ley provincial Nº X-1110-2023, que adhiere a la Ley nacional 27.714 sobre “Tolerancia Alcohol Cero”, que establece la prohibición de conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a (0) cero miligramos por litro de sangre.

De esta manera, la provincia dio un gran paso para tener rutas más seguras, en el convencimiento de que se trata no solo de un tema de seguridad vial sino de salud pública y de cuidar la vida.

Cuando se habla de tolerancia cero, se debe entender que significa nada de alcohol al conducir. Toda vez que se consume, aún en pequeñas cantidades, disminuyen las capacidades motoras y de visión, perjudicando al discernimiento, tornando los reflejos más lentos y reduciendo la atención y la agudeza visual, además de poder generar situaciones altamente riesgosas producto de la sensación de exaltación, falsa seguridad y pérdida de las inhibiciones que en algunas oportunidades suele producir la ingesta de alcohol.

Hay que entender además que este tipo de transgresiones tienen trascendencia colectiva por cuanto entre las víctimas potenciales de estos conductores están no solo ellos mismos, sino también sus acompañantes, pasajeros de otros vehículos y otros usuarios de la vía pública como peatones, ciclistas y motociclistas.

En este contexto, el Gobierno de la Provincia, a través del Ministerio de Seguridad y la Dirección de Seguridad Vial, lleva a cabo distintas acciones en el marco de estrategias integrales de política pública de control, campañas de concientización y penalización de las conductas de riesgo.