Hace tres décadas, en muchas estaciones de Argentina se despidió al que sería, por un largo periodo, el último tren de pasajeros, un duro revés para el sistema de transporte nacional. Escena similar se vio este gris domingo por la tarde en Justo Daract, con la enorme salvedad de que el convoy que partió con destino a la ciudad Autónoma de Buenos Aires, no solo regresará el próximo viernes con más viajeros, sino que su frecuencia proyecta incrementarse en los próximos meses.
Lo que hasta hace muy poco apenas parecía un deseo de la sociedad, ya es un servicio regular que el pasado sábado realizó su primer viaje oficial, desde la estación Retiro hasta la ciudad que lleva el nombre del primer gobernador constitucional de San Luis. Desde allí, por ahora el otro extremo del recorrido, este domingo el convoy emprendió el regreso con poco menos de 70 personas que, junto a las que lo abordarán en localidades de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, llegará este lunes por la mañana con pasaje completo.
La emoción vivida el sábado con el arribo se repitió en la partida del domingo, en este caso con despedidas entre familiares y amigos, pero el mismo encanto de ver el tren y sus característicos sonidos, como también la alegría de volver a un andén que por tanto tiempo permaneció desierto, pero que nuevamente será escenario de muchos momentos felices.
En un tiempo en que el país atraviesa una dura crisis económica, el tren se presenta como la opción más atractiva para viajar, con costos que entre un punto al otro del tramo van desde $2.280 el camarote, $785 en pullman y $655 en primera, contra el pasaje promedio de $7.000 en un ómnibus de larga distancia. A ello se suma la comodidad de vagones nuevos con butacas espaciosas, como también el servicio de azafatas y de coche comedor.