El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que salió victorioso ante la “mentira” de las encuestas que lo colocaban en amplia desventaja frente a su rival, Luiz Inácio Lula da Silva, al quedar solo cinco puntos por detrás en la primera vuelta de las elecciones.
“Hoy vencimos a la mentira”, dijo en referencia al sondeo de Datafolha, que preveía una ventaja de 14 puntos del izquierdista Lula sobre Bolsonaro. Con el 99% de los colegios electorales escrutados, Lula obtuvo 48% de los votos frente a 43% de su rival. Ambos se enfrentarán en un balotaje el 30 de octubre.
El mandatario no brindó un discurso oficial, pero sí habló con los medios que lo aguardaban en las inmediaciones de su búnker en Brasilia.
“El mensaje es que Brasil es uno de los países más grandes del mundo y tenemos que estar positivos”, subrayó el presidente y candidato del Partido Liberal al ser consultado sobre qué quería decirles a los ciudadanos tras este turno electoral.
Ya sin la camiseta amarilla de Brasil que había usado en horas de la mañana para ir a la casilla de votación, Bolsonaro señaló: “Tenemos cuatro semanas para explicar a la población lo que pasó”.
Además, indicó que “existe la posibilidad de conversar” con las fuerzas políticas que presentaron a los otros nueve candidatos a la presidencia, las que sumaron entre todas poco menos del 10 por ciento de los sufragios.
El candidato a la reelección también celebró la performance que hizo su partido en cuanto a ubicación de senadores y diputados nacionales, pensando ya en el siguiendo Congreso.
Al ser consultado sobre la próxima etapa de la campaña de cara al 30 de octubre, Bolsonaro contestó con una metáfora: “Ni encontré una novia para casarme y ya quieren saber el nombre del bebé”.
A la vez, el presidente de Brasil recordó los triunfos de Gabriel Boric, en Chile, y Gustavo Petro, en Colombia, y se refirió a la presidencia de Alberto Fernández, a modo de advertencia sobre lo que podría ser una gestión de Luiz Inácio Lula Da Silva.
“El 40% está en la pobreza y la inflación está con una proyección de 100% al año”, dijo sobre la Argentina.
Segunda vuelta
Brasil irá a balotaje el próximo 30 de octubre tras el sorpresivo desempeño del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro este domingo en la primera vuelta de las presidenciales frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que ganó por estrecho margen.
“Me atrevería incluso a decir que el bolsonarismo ganó la primera vuelta”, dijo Bruna Santos, del Instituto Brasil del Wilson Center, un centro de análisis en Washington. “Salió reforzado en el Congreso y el Senado. Sin mencionar que extendió su base en las gobernaciones”, agregó.
Mientras, Lula, que había previsto celebrar su victoria en primera vuelta por todo lo alto en Sao Paulo, tendrá que pelear ahora por cada voto.
“La lucha continúa hasta la victoria final”, dijo el expresidente, de 76 años, en el hotel paulista donde aguardó los resultados. “Es solo una prórroga”, añadió.
“Tendremos que viajar más” para “convencer a la sociedad brasileña de nuestras propuestas”, agregó, visiblemente fatigado.
“Los resultados forzarán a Lula a cortejar a los votantes centristas e incluso los conservadores de manera más agresiva en las próximas cuatro semanas”, dijo en un tuit Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas (FGV) en Sao Paulo.
Apoyos de Bolsonaro
Bolsonaro, un excapitán del ejército de 67 años, ha centrado su estrategia de campaña en los valores morales como la familia y la Biblia, un discurso patriótico y los ataques a su adversario, al que se refiere como el “ladrón”.
Mantiene un sólido apoyo entre los evangélicos, que representan un tercio del electorado, el agronegocio y parte de los sectores populares que no perdonan al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula sus escándalos de corrupción.
El ultraderechista había atacado en sus mitines las encuestas: aseguró que la temperatura electoral había que tomarla en las calles, y que en ese caso iba a ganar de sobras. Hace dos semanas dijo que sería “anormal” no ganar por 60% en la primera vuelta.
“No me sorprenden los resultados. Vencer toda una estrucutra para elegir un candidato (Lula) no es fácil y tener un segundo turno muestra la fuerza” de Bolsonaro, dijo a la AFP Paulo Ferreira, un jubilado de 70 años de la estatal Petrobras.
El mandato de Bolsonaro estuvo marcado por una turbulenta gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos, un avance de la pobreza y el hambre, niveles récord de deforestación en la Amazonía y ataques contra las instituciones judiciales y la prensa.
La mancha de la corrupción
Por su lado, Lula contaba con imponerse holgadamente este domingo apoyado en el voto de los más pobres, las mujeres y los jóvenes, tras haber gobernado Brasil de 2003 a 2010 y haber dejado el poder con casi 90% de popularidad.
Pero Lula no ha podido sacudirse a ojos de buena parte de la sociedad la mancha de la corrupción. Fue sentenciado y encarcelado antes de obtener la anulación de sus condenas en 2021 por motivos procesales por el escándalo “Lava Jato” sobre una red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
En el centro de Rio, Viviane Laureano da Silva, una funcionaria pública de 36 años, se mostró confiada en que Lula “ganará en un segundo turno”.
“La campaña va a ser difícil. Soy de la periferia y veo cómo el pueblo apoya a Lula”, dijo a la AFP tras conocerse los resultados.
De ganar en segunda vuelta, Lula promete combatir el hambre en Brasil, sacar al país de su aislamiento diplomático y poner fin a su imagen de “paria” medioambiental, debido a la deforestación de la Amazonía registrada bajo Bolsonaro.
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