Un equipo multidisciplinario conformado por un cirujano, una médica clínica, una psicóloga y dos nutricionistas se abocan a la atención de pacientes con sobrepeso y obesidad que son evaluados, tratados y, en casos particulares, intervenidos mediante cirugías bariátricas para avanzar en su estado de salud.
“Este servicio en particular capta a todos los pacientes, independientemente de la posibilidad de una cirugía bariátrica, los recibe y los evalúa para saber en qué condiciones está”. Raúl Coria, médico cirujano del HCRC, coordinador del área de cirugía bariátrica y jefe del servicio de tratamiento de obesidad y metabolismo, indicó que ese es el primer procedimiento que ejecutan luego de recibir a las personas con patologías de obesidad.
Coria comentó que el centro asistencial llegó a conformar el equipo, luego de la demanda de atenciones que se han generado en el último tiempo en la sociedad, lo que significa otra importante apuesta del gobierno de la provincia en esa rama de la salud pública. “Viendo la cantidad de pacientes que requieren la contención, que es muchísima, se empezó a jerarquizar el equipo de trabajo”, dijo.
Respecto a la cirugía bariátrica, el profesional manifestó que estas intervenciones consisten en hacer un cambio anatómico a nivel del tubo digestivo, donde se disminuye la función de ese órgano y produce en una reducción alimentaria que termina en la disminución de peso del paciente.
María Jorgelina Torres Manzur es médica clínica, y lleva adelante el trato clínico de los pacientes. En ese rol, contó que lo primero que buscan es detectar comorbilidades, que en pacientes de estas características se dan frecuentemente.
Anabela Cañera y junto Soledad Chicarla, son las nutricionistas del sector y tienen la función de lograr que el paciente cambie los malos hábitos alimenticios.
Cañera precisó que el primer paso que realizan es una anamnesis, del que pueden comprobar cada uno de sus hábitos. Desde esa primera consulta, el equipo se aboca en buscar el cambio en la persona.
Graciela Gerarduzzi es licenciada en psicología cognitiva y afirmó que lleva adelante la contención psicológica para que el paciente pueda modificar sus hábitos en su alimentación. Tras pasar por todos los procesos anteriores, esta área se encarga de abordar al paciente y evaluarlo. “Vemos si está apto, o no, para este tratamiento”.
Refirió que las personas cuando entienden que se trata de un aprendizaje y tienen que actuar, “ahí se pueden dar cuenta que es un proceso y no se trata de una simple dieta. Pueden ver que se trata meramente de ellos el cambio”, subrayó
Finalmente, la licenciada alentó a quienes deseen llevar a cabo el procedimiento y aún no se animan para que concurran al “Ramón Carrillo”. “Es una enfermedad crónica que no tiene cura y que se puede controlar, por lo tanto, hay un proceso de aprendizaje para toda la vida”, concluyó.
Prensa Hospital Central “Dr. Ramón Carrillo”.