El letrado reveló que “es el tercer intento de suicidio”, y le pidió “a los políticos que ayuden a buscar un lugar para Cintia ya que se encuentra en un hospital que la sacó de la urgencia pero NO es psiquiátrico”.
La madre de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo policial en el barrio porteño de Barracas en noviembre del año pasado, intentó suicidarse en las últimas horas y se encontraba internada a la espera de ser trasladada a un centro psiquiátrico especializado, informó el abogado Gregorio Dalbón, representante legal de la familia.
“La madre de Lucas González se cortó las venas con un cúter. La encontró la hija menor. Peca (Héctor) su marido alcanzó a llevarla al Hospital Mi Pueblo Materno Infantil de Florencio Varela. Mañana a primera hora la trasladadan. Desde ya solicitó ayuda para la familia”, escribió cerca de la medianoche el letrado en Twitter.
En ese marco, Dalbón reveló: “Es el tercer intento de suicidio. La psiquiatra de Cintia dijo basta. Mañana (por hoy) veremos cómo sigue en qué institución. Les pido a los políticos que ayuden a buscar un lugar para Cintia ya que se encuentra en un hospital que la sacó de la urgencia pero NO es psiquiátrico. Gracias”.
“Solo tengo esa información entró en estado crítico y mañana (por hoy) estabilizada buscarán un lugar psiquiátrico. A las 7 de la mañana calcula Héctor que tendremos idea del traslado”, añadió el abogado sobre el estado de salud de Cintia López.
Este lunes, en la puerta del hospital donde la mujer se encontraba internada, Dalbón pidió colaboración para encontrar un centro especializado en salud mental para Cintia.
“Necesitamos la contención de la salud mental de la gente que sufre este tipo de situación. Con Cintia hubo dos intentos anteriores de suicidio, pero la vuelven a la casa siempre, lo de ayer fue peor”, señaló el abogado al canal C5N.
El abogado dijo que “la contención de la salud mental en la Argentina está muy floja” y, por ello, le pidió “a los políticos de todo corazón que tanto colaboran cuando alguien muere o cuando hay una tragedia, que si por favor pueden colaborar en la salud mental de la gente que queda viva”.
“Cintia es la tercera vez que intenta suicidarse, esperemos que sea la última. A ver si nos ayudan a encontrar algún lugar de salud mental”, pidió y afirmó que una paciente como Cintia “no puede venir a un instituto materno infantil para que después le den el alta y la manden a la casa empastillada”.
En tanto, Héctor “Peca” González, padre de Lucas y esposo de Cintia, contó cómo fue el momento en el que el domingo a la noche encontraron lastimada a su mujer.
“La encontró mi hija de 14 años. Yo estaba mirando una película, tranquilos y en un momento me habré dormido y después me levanto y la encontró mi hija ya lastimada, llorando desconsoladamente”, recordó.
González dijo que su mujer “estaba consciente”, pero “débil” porque él ya le había dado la medicación por los dos intentos de suicidio que tuvo previamente.
“Esto en tres meses me arruinó la familia, me arruinó la vida”, remarcó.
El crimen de Lucas
El crimen de Lucas González sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni señales de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió.
Por el homicidio están procesados con prisión preventiva los policías Gabriel Isassi, Juan Nieva y Fabián López; mientras que por el encubrimiento hay un total de 11 efectivos presos y otros dos imputados pero excarcelados.
Fuente: Télam