Encuentro Provincial de Tejedoras: “Tejer es algo tan lindo que llega al alma”

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Gladys es una tejedora artesanal que vive en Nogolí, fue una de las participantes del encuentro provincial que se realizó en el Centro Cultural “Tecla Funes”.  Ella empezó a tejer desde muy pequeña y encontró en las diferentes técnicas, un espacio enriquecedor.

Ser tejedora o tejedor es una pasión que con los años se va perfeccionando más. Así lo hacen notar cada una de las mujeres y hombres que practican el arte de tejer. Gladys, es una de ellas, quien con mucho orgullo destaca las bondades de esta práctica ancestral. “He participado en estos encuentros que siempre me invitan las tejedoras del “Tecla” Funes. También suelo ser parte de las ferias”, contó. “Es muy emocionante, me encanta. Es asombroso ver en este encuentro todo lo que hacen, todo a mano, todo tipo de tejidos, tanto en telares como crochet o aguja”, contó entusiasmada.

Ella enseña desde hace un tiempo diversas técnicas de tejido en el centro de jubilados “Ser feliz” que se encuentra en la localidad que la recibió hace varios años, Nogolí. Mujer tejedora, de buen trato y sonrisa afable, aprendió a tejer desde muy de chica, cuando tenía 11 años ya solía tejerse bufandas, sweaters, y saquitos. “Los vecinos me solían pedir prendas. Ellos me traían la lana porque yo no podía comprarla y les hacía aquello que necesitaban”. Con el pasar del tiempo, Gladys aprendió otras técnicas en telar, bastidor, tapiz, macramé, entre otras técnicas. “Ahora enseño lo que he aprendido y vendo algunas de las cosas que realizo, por ejemplo, lo que hago en telar María” agregó.

Por último, la experimentada tejedora destaca que no es difícil aprender y que hay que empezar despacio, con seguridad y con mucha paz, porque remarca que tejer tiene mucho de eso, armonía y tranquilidad. Además, invitó a las nuevas generaciones a aprender a tejer, sin importar en qué técnica lo hagan. Y recordó que sus nietas están aprendiendo, también sus hijas, quienes conocen de tejido con telares. “Tengo una nieta que tiene 11 y ya se teje para ella y hace tapices”.

“Tejer es sanador, es algo tan lindo que llega al alma. Es una maravilla. Yo me levanto tejiendo y me acuesto tejiendo”, exclamó con una gran sonrisa.