Se trata de padres de niños y niñas menores de 18 años o con hijos discapacitados sin límite de edad que trabajan en relación de dependencia y tienen derecho a cobrar una asignación por cada uno de sus hijos siempre y cuando su sueldo bruto sea menor a $158.366 y el tope por ingresos familiares sea de $316.731.
Según Seguridad Social, en marzo pasado percibieron ese beneficio 2,5 millones de padres de 3,9 millones de chicas y chicos. Y en diciembre lo cobraron 1,7 millones de trabajadores registrados por 2,6 millones de niños y niñas, según los registros de la Seguridad Social.
Esta baja se explica por la falta de actualización del tope salarial para cobrar esta asignación.
Este tope de $158.366 se ajusta una vez por año, en el mes de marzo. En 2022, a medida que pasaban los meses y los aumentos, muchas familias dejaron de cobrar la asignación por hijo.
En el mes de marzo próximo, el tope debería subir a $283.220 (se actualiza por un índice llamado RIPTE – Remuneración Imponible del trabajador estable). De esta manera muchos trabajadores volverán a cobrar el salario que dejaron de percibir en 2022.
Los montos actuales de este beneficio varían según la zona de residencia, pero en rasgos generales son entre $9.795 y $2.059, según los ingresos, respetando el tope de $158.366.
En el mes de marzo también se actualizarán los montos a percibir de las asignaciones familiares por la aplicación de la ley de movilidad.