Un estudio del Conicet, publicado en iScience, demostró que la vinchuca Rhodnius prolixus, transmisora de la enfermedad de Chagas, evita alimentarse si la piel donde intenta picar tiene altos niveles de sal, y sentó las bases para el desarrollo de nuevos repelentes contra los insectos vectores transmisores de patologías infecciosas, se informó.
Los investigadores emplearon membranas artificiales que imitaban la piel del hospedador a ser picado por vinchucas Rhodnius prolixus, y las impregnaron con diferentes niveles de sal.
“Con ensayos de comportamiento observamos la aversión por picar y alimentarse sobre sustratos salados. Luego identificamos y caracterizamos electrofisiológicamente las neuronas involucradas en la detección de sal y seguimos su trazado neuronal hacia el cerebro para hallar el sitio donde esta información es procesada”, explicó Romina Barrozo, líder del estudio, investigadora del Conicet y jefa del Grupo de Neuroetología de Insectos Vectores del Instituto de Biodiversidad, Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, Conicet-UBA).
Además, mediante experimentos moleculares y análisis bioinformáticos, los científicos identificaron el papel clave de los receptores RproPPK28 y RproPPK014276 de las neuronas gustativas, ubicadas en las antenas de las vinchucas, en la detección de la sal.
En este sentido, la investigación describió ese comportamiento por primera vez en un insecto hematófago, y demostró las bases fisiológicas y moleculares que lo sustentan.
“Identificamos también la región del cerebro involucrada en el procesamiento de esta información, la cual había sido principalmente relacionada al procesamiento de olores”, indicó Barrozo.
Esta información de la activación del sistema gustativo provocando comportamientos de rechazo en este tipo de insectos vectores transmisores de patologías infecciosas, “prepara el terreno para el desarrollo de moléculas de origen natural con acción repelente que no impacten sobre el medio ambiente ni sobre la salud de las personas”, argumentaron los investigadores a través de un comunicado.
Barrozo comentó que ya comenzaron los estudios en otros insectos como los mosquitos que tienen receptores ortólogos o equivalentes a los hallados en la vinchuca Rhodnius prolixus.
“Esto abre un nuevo campo de investigaciones”, afirmó.
La enfermedad de Chagas es una patología desatendida y endémica de la Argentina que afecta aproximadamente a 8 millones de personas en América Latina, produce alteraciones cardíacas y digestivas y reduce la esperanza de vida en un 30 a 40 por ciento si los pacientes no son tratados, concluyeron.
Fuente: Télam