Almuerzo en las sierras puntanas y cena en Santiago de Chile

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Hasta hace poco tiempo pensar en un vuelo que una el Valle del Conlara con Santiago de Chile parecía un sueño lejano. El pasado jueves, ese sueño, se hizo realidad.  Se inauguró una nueva ruta aérea que une San Luis con el vecino país, brindando un intercambio cultural, económico y turístico en el que se benefician ambos países. Un día histórico para la provincia de San Luis.

Aún faltan más de dos horas para que despegue el primer vuelo internacional de la provincia y el aeropuerto se encuentra lleno. Una larga cola nos espera para realizar el pre embarque y, aunque la atención es rápida, la ansiedad de ser parte de la historia aérea de San Luis hace que el tiempo parezca no pasar.

Viaje relámpago de fin de semana con amigos, en pareja o con la familia; visita a amores del otro lado de la cordillera o conocer a un nuevo integrante de la familia, son algunas de las excusas que motivaron a puntanos, cordobeses y mendocinos para poder vivir la experiencia de este vuelo inaugural.

“Mirá cuando seas grande y digas ‘yo viajé en el primer vuelo internacional de San Luis’ “, le dice una mamá a su pequeño mientras espera hacer el check in, y aunque a esta edad parece no entender la importancia de este día, seguro en un futuro se dará cuenta que fue parte de un hecho histórico.

Una vez hecho el pre embarque y despachadas las valijas, el trámite de migraciones y embarque son rapidísimos. En una cómoda sala se espera el anuncio para subir al avión. Mientras podemos observar la llegada del vuelo proveniente de Santiago de Chile, que salió apenas una hora antes.

Llega el momento de abordar el avión y, mientras caminamos por la pista de aterrizaje, la cordialidad puntana se refleja en cada trabajador y trabajadora que nos desea “Buen viaje” con una enorme sonrisa. Subimos al avión. La piloto Milagros García nos da la bienvenida y nos anuncia las condiciones del vuelo. “Arribaremos a Santiago de Chile con una temperatura de 13 grados y tendremos algunas turbulencias por un frente tormentoso”, nos cuenta.

Cuando el enorme pájaro de metal cruza la Cordillera de los Andes no nos alcanzan dos ojos para poder observar cada detalle. Y aunque la visibilidad es reducida por las condiciones climáticas, entre nube y nube, podemos apreciar sus picos nevados. Sin dudas, es momento de retratar esta imagen para el resto de nuestras vidas.

La piloto tenía razón, el frente de tormenta en Santiago genera algunas turbulencias pero no tan fuertes como para quitarnos la emoción de estar llegando a destino. “Estamos arribando al aeropuerto Arturo Merino Benítez”, se escucha, y al tocar tierra nuevamente nos invade una mezcla de emoción, ansiedad y agradecimiento por estar viviendo este acontecimiento.

Descendemos del avión, pasamos por migraciones y retiramos las valijas. Nos sorprende ver que compartimos la misma línea de despacho de equipajes con Panamá. Observamos las opciones de conexión aérea que podríamos hacer si quisiéramos seguir viaje. Madrid, Lima, Bogotá, Sao Pablo y Montevideo son algunas de las opciones.

Parece mentira pensar en almorzar en Villa de Merlo y cenar en Santiago de Chile pero es real. Tan real que emociona, entusiasma y genera la expectativa de esperar el próximo vuelo que seguirá uniendo corazones puntanos y chilenos.